“Twisted Metal” no es el tipo de videojuego que requiere que un actor se familiarice con el material original antes de incorporarse a la adaptación. No hay mucho en «Twisted Metal» aparte de ser la última persona en pie en un violento derby de demolición, por lo que conseguir que una estrella como Anthony Mackie firmara requirió más convencimiento.
Durante su entrevista con Inverse, Mackie confesó que no es un gran jugador, ya que jugó «Donkey Kong» y «Super Mario», pero no mucho más. Con esto en mente, no iba a buscar los juegos de “Twisted Metal”. Sin embargo, lo que lo atrajo del proyecto, además de servir como productor ejecutivo, fue la comedia que «Twisted Metal» inyectó en su mundo postapocalíptico.
“Una vez que llegué, lo adaptaron a mi sentido del humor. Soy muy loco y oscuro. Eso influyó mucho en John Doe”, dijo Mackie, revelando que él ayudó a dar forma a su personaje. Su mánager, Jason Spire, reiteró el humor de Mackie en el programa y prometió que «Twisted Metal» sorprenderá a quienes desconocen lo divertido que es el actor.
De los comentarios de Mackie, parece que «Twisted Metal» tiene mucho en juego, equilibrando acción, comedia y su mensaje político de desigualdad de riqueza. Con la tendencia cada vez mayor de Hollywood de llevar los videojuegos a la acción en vivo, solo el tiempo dirá si Peacock obtendrá una ventaja inicial con «Twisted Metal» o verá cómo su motor se detiene antes de que pueda llegar a las pistas.
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